Gobierno de Venustiano Carranza
(1917-1920)

Maderismo
En un principio no se comprometió con Francisco I. Madero,
pues continuó con la esperanza de que algún día el general Bernardo Reyes,
quien lo había apoyado en su lucha contra Garza Galán, regresara al país a
suceder a Porfirio Díaz. Al ver que esto no sucedía y cercanas las elecciones presidenciales,
decidió adherirse al Maderismo, exiliándose en San Antonio, Texas y
comprometiéndose a acudir al llamado de las armas. Aunque no llegó a penetrar
en el estado como rebelde, fue designado por Francisco I. Madero como
gobernador de Coahuila. Luego lo nombró Secretario de Guerra y Marina en su
gabinete provisional de Ciudad Juárez, a pesar de ser un civil. Fue ratificado
en su cargo de gobernador de Coahuila, para el que poco después fue electo como
gobernador de su estado, organizó fuerzas auxiliares que impidieron el paso de
los rebeldes orozquistas a Coahuila en 1912.
La Convención de
Aguascalientes
A esta reunión se le conoció con el nombre de Convención de Aguascalientes que fuera convocado el 1 de octubre de 1914 por Venustiano Carranza. Si bien en un principio los zapatistas no fueron llamados a la convención, luego de una misiva se incorporaron a las sesiones, y fue así como se cumplieron las aspiraciones políticas de Carranza, ya que villistas y zapatistas expusieron sus ideas en la Convención y lograron convencer a carrancistas y obregonistas que pronto se incorporaron a la nueva legislatura y pugnaron por el retiro de Carranza como Primer Jefe.
En su punto doce el Plan de Ayala zapatista tenía prevista
una juta de los principales jefes revolucionarios de los distintos estados
(similar a la de la convención), para que así estos pudieran nombrar a un
presidente interino, al que se daría el encargo de convocar a elecciones de un
nuevo congreso de la unión, que a su vez convocaría elecciones para integrar
los demás poderes de la unión.
Si bien esta parece ser la propuesta más democrática,
Carranza parecía no estar de acuerdo con esto. Su llamado para la conformación
de la Convención en la Ciudad de México no lleva a otra finalidad más que la de
concentrar y organizar bajo su mando todas las fuerzas revolucionarias que a lo
largo y ancho del país se habían levantado en armas, para así constituirse en
el hombre predestinado a ocupar la presidencia de la república y no, como
sucedió, en su especie de legislatura que busco darle un nuevo rumbo a la república
en vías de democrizar la nación.
La convención, que Carranza creyó
lo legitimaria, lo desconoció como presidente, lo ceso de su cargo y nombró a
Eulalio Gutiérrez Ortiz como presidente provisional. Carranza, en lugar de
atacar las decisiones de la junta, la declaró en rebelión y en enero de 1915
partió a Veracruz con el personal de su administración. Ahí reorganizó su
ejército con el apoyo de los generales Álvaro Obregón, Pablo González Garza,
Cándido Águila, Salvador Alvarado, Jacinto B. Treviño, Francisco Coss y otros.
Además, al igual que Francisco Villa, decretó su propia ley Agraria el 6 de
enero de 1915 y expidió las adiciones al Plan de Guadalupe referente al
divorcio, municipio libre, independencia del poder judicial, accidentes de
trabajo, suspensión de la lotería nacional.
El congreso constituyente de 1917
Cuando las fuerzas convencionistas
fueron derrotadas, Carranza creyó conveniente consolidar en reformas
constitucionales su movimiento político, cuestión que ya había comentado al
referirse sobre la necesidad de rehacer la constitución de 1857 desde el
discurso que dio en Hermosillo el 24 de septiembre de 1913. La debilidad del
zapatismo permitió que tomara la ciudad de México, y fue este triunfo, el que
trajo el reconocimiento oficial del gobierno estadounidense, en octubre de
1915.
El 14 de septiembre de 1916,
Carranza anunció la necesidad de convocar a un congreso constituyente para
reformar la constitución de 1857. En dicha convocatoria, se estipuló que por
cada 70 mil habitantes se nombrará un diputado.
Dicho congreso, fue una asamblea de
políticos conformada principalmente por abogados, profesores, ingenieros y
militares de clase media. Solo la minoría tenía experiencia parlamentaria, pues
ya antes había pertenecido a una agrupación llamada ‘bloque liberal
renovador’’, que años atrás había legitimado el régimen huertista perteneciendo
a la XXVI legislatura.
Cuando Carranza propuso su proyecto
de constitución, que, originalmente pretendió ser una reforma a la constitución
de 1857. Para la mayoría parlamentaria, no expresaba las ideales por los que
ellos (ni el pueblo) había luchado: la visión Carrancista era insuficiente en
temas de suma importancia para los diputados revolucionarios, obreros,
campesinos y mitades que habían solidarizado en cierta forma con ciclistas y
zapatistas durante la convención. Al conocer el proyecto Carrancista sobre la
libertad de trabajo, por una parte, y la propiedad territorial, por la otra,
que había sido tomada de la de 1857, señalaron que las demandas obreras y
campesinas no estaban siendo atendidas.
Independientemente el proyecto que
había presentado Venustiano Carranza fue modificado sustancialmente, y no
obstante no estaba de acuerdo con los cambios hechos a la misma, este tuvo que
adaptarse a ideales de sus antiguos enemigos irreconciliables que habían influenciado
incluso a sus más cercanos allegados, promulgando la constitución el 5 de
febrero de 1917, misma que introdujo algunas conceptos sociales muy avanzados
para su época, como las relaciones obrero-patronales, que quedaron plasmados en
el artículo 123 y las reformas educativas y agraria que quedaron plasmados en
los artículos 3 y 27, respectivamente.
Presidencia
La fase gubernativa Carrancista se divide en dos periodos
preconstitucional y constitucional, siendo la constitución de 1917 el ‘’parte
aguas’’ de este gobierno. El primer periodo se caracterizó porque permanecían
en armas los villistas y los zapatistas. Otro de los mayores problemas del año
1916 fue diplomático y militar, ya que como represalia por la incursión de
Francisco Villa al pueblo de Columbus, en Nuevo México, el gobierno
norteamericano envío tropas para combatir al revolucionario, las cuales
permanecieron en México, poco menos de un año. Para llevar a cabo la transición
del proceso revolucionario a la creación
de estados posterior a la revolución, los grupos vencedores debían
definir su proyecto de país, lo que hicieron precisamente, mediante la
constitución de 1917. La nueva ley suprema debía ser elaborada por diputados de
todo el país, la participación de ellos se establecería por la cantidad de
habitantes de cada estado y no podían ser elegidos quienes hubieron sido enemigos del
constitucionalismo, entre otros: huertistas, convencionistas, además de otros
grupos antagonistas como maderistas. Todas estas diferencias provocaron grandes
problemas y polémicas durante las secciones. Así mismo, la lucha armada había
sido lucha por gente rural y los diputados que eligieron a México futuro fueron
elegidos por gente urbana, lo cierto es que los regiones que habían sido más
activas en la lucha armada tuvieron menos representantes en el congreso
constituyente. La nueva constitución plasmó diferencias con respecto a la
constitución de 1857 ya que la primera fue apegada al liberalismo y la segunda
fue muy realista de acuerdo a las condiciones internacionales de su tiempo.
El 9 de abril de 1917, convocó a elecciones para diputados y
senadores a la XXVII legislatura del congreso de la unión y para presidente de
la república. Postulado por el partido liberal constitucionalista, gano las
elecciones y el 1 de diciembre de 1917, tomo posesión como presidente
constitucional. Durante su gobierno Carranza se dio la tarea de pacificar el
país, reorganizar la administración y los poderes, y hacer valer la
constitución que había sido promulgado.
Revolución
de Agua Prieta
En 1920 busco imponer como presidente de la república civil,
el Ing. Ignacio Bonilla pues ya para entonces era contrario a las ideologías
política mostrada por Álvaro Oregón y se encontraba desilusionado por la
actividad de Pablo Gonzáles de Garza. Dicha actitud, causó una revuelta
encabezada por Álvaro Oregón, quien desconoció a Bonilla y se sublevó en su
contra al amparo del plan de Agua Prieta, de Plutarco Elías Calles y Adolfo de
la Huerta, por un lado, y González por el otro.
El 20 de mayo de 1920 deja la estación de Aljibes, puebla,
internándose con muchos de sus seguidores además de los cadetes de Colegio
Militar hacia la sierra norte del Estado de Puebla.
Murió asesinado en Tlaxealatongo, puebla, por las tropas del
general Rodolfo Herrero, en el curso de la rebelión obregonista,
la madrugada del 21 de mayo de 1920 mientras dormía en un Jacal. Fue enterrado
en el panteón civil de dolores en la ciudad de México, hasta 1942 en que sus
restos fueron depositados en el monumento a la revolución, donde permanecen
hasta la fecha.
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