miércoles, 11 de noviembre de 2015

Gobierno de Venustiano Carranza

Gobierno de Venustiano Carranza
(1917-1920)


José Venustiano Carranza Garza fue  un político y empresario mexicano que participo en la segunda etapa de la Revolución Mexicano, tras el asesino de Francisco I. Madero, con quien logró derrocar al gobierno usurpador del general Victoriano Huerta. Fue el encargado del poder ejecutivo desde el 14 de agosto de 1914 y Presidente de México de manera constitucional de 1917 a 1920, año en que fue asesinado por tropas del general Rodolfo Herrero.


Maderismo

En un principio no se comprometió con Francisco I. Madero, pues continuó con la esperanza de que algún día el general Bernardo Reyes, quien lo había apoyado en su lucha contra Garza Galán, regresara al país a suceder a Porfirio Díaz. Al ver que esto no sucedía  y cercanas las elecciones presidenciales, decidió adherirse al Maderismo, exiliándose en San Antonio, Texas y comprometiéndose a acudir al llamado de las armas. Aunque no llegó a penetrar en el estado como rebelde, fue designado por Francisco I. Madero como gobernador de Coahuila. Luego lo nombró Secretario de Guerra y Marina en su gabinete provisional de Ciudad Juárez, a pesar de ser un civil. Fue ratificado en su cargo de gobernador de Coahuila, para el que poco después fue electo como gobernador de su estado, organizó fuerzas auxiliares que impidieron el paso de los rebeldes orozquistas a Coahuila en 1912.

La Convención de Aguascalientes

A esta reunión se le conoció con el nombre de Convención de Aguascalientes que fuera convocado el 1 de octubre de 1914 por Venustiano Carranza. Si bien en un principio los zapatistas no fueron llamados a la convención, luego de una misiva se incorporaron a las sesiones, y fue así como se cumplieron las aspiraciones políticas de Carranza, ya que villistas y zapatistas expusieron sus ideas en la Convención y lograron convencer a carrancistas y obregonistas que pronto se incorporaron a la nueva legislatura y pugnaron por el retiro de Carranza como Primer Jefe.


En su punto doce el Plan de Ayala zapatista tenía prevista una juta de los principales jefes revolucionarios de los distintos estados (similar a la de la convención), para que así estos pudieran nombrar a un presidente interino, al que se daría el encargo de convocar a elecciones de un nuevo congreso de la unión, que a su vez convocaría elecciones para integrar los demás poderes de la unión.
Si bien esta parece ser la propuesta más democrática, Carranza parecía no estar de acuerdo con esto. Su llamado para la conformación de la Convención en la Ciudad de México no lleva a otra finalidad más que la de concentrar y organizar bajo su mando todas las fuerzas revolucionarias que a lo largo y ancho del país se habían levantado en armas, para así constituirse en el hombre predestinado a ocupar la presidencia de la república y no, como sucedió, en su especie de legislatura que busco darle un nuevo rumbo a la república en vías de democrizar la nación.
La convención, que Carranza creyó lo legitimaria, lo desconoció como presidente, lo ceso de su cargo y nombró a Eulalio Gutiérrez Ortiz como presidente provisional. Carranza, en lugar de atacar las decisiones de la junta, la declaró en rebelión y en enero de 1915 partió a Veracruz con el personal de su administración. Ahí reorganizó su ejército con el apoyo de los generales Álvaro Obregón, Pablo González Garza, Cándido Águila, Salvador Alvarado, Jacinto B. Treviño, Francisco Coss y otros. Además, al igual que Francisco Villa, decretó su propia ley Agraria el 6 de enero de 1915 y expidió las adiciones al Plan de Guadalupe referente al divorcio, municipio libre, independencia del poder judicial, accidentes de trabajo, suspensión de la lotería nacional.

El congreso constituyente de 1917

Cuando las fuerzas convencionistas fueron derrotadas, Carranza creyó conveniente consolidar en reformas constitucionales su movimiento político, cuestión que ya había comentado al referirse sobre la necesidad de rehacer la constitución de 1857 desde el discurso que dio en Hermosillo el 24 de septiembre de 1913. La debilidad del zapatismo permitió que tomara la ciudad de México, y fue este triunfo, el que trajo el reconocimiento oficial del gobierno estadounidense, en octubre de 1915.
El 14 de septiembre de 1916, Carranza anunció la necesidad de convocar a un congreso constituyente para reformar la constitución de 1857. En dicha convocatoria, se estipuló que por cada 70 mil habitantes se nombrará un diputado.
Dicho congreso, fue una asamblea de políticos conformada principalmente por abogados, profesores, ingenieros y militares de clase media. Solo la minoría tenía experiencia parlamentaria, pues ya antes había pertenecido a una agrupación llamada ‘bloque liberal renovador’’, que años atrás había legitimado el régimen huertista perteneciendo a la XXVI legislatura.
Cuando Carranza propuso su proyecto de constitución, que, originalmente pretendió ser una reforma a la constitución de 1857. Para la mayoría parlamentaria, no expresaba las ideales por los que ellos (ni el pueblo) había luchado: la visión Carrancista era insuficiente en temas de suma importancia para los diputados revolucionarios, obreros, campesinos y mitades que habían solidarizado en cierta forma con ciclistas y zapatistas durante la convención. Al conocer el proyecto Carrancista sobre la libertad de trabajo, por una parte, y la propiedad territorial, por la otra, que había sido tomada de la de 1857, señalaron que las demandas obreras y campesinas no estaban siendo atendidas.
Independientemente el proyecto que había presentado Venustiano Carranza fue modificado sustancialmente, y no obstante no estaba de acuerdo con los cambios hechos a la misma, este tuvo que adaptarse a ideales de sus antiguos enemigos irreconciliables que habían influenciado incluso a sus más cercanos allegados, promulgando la constitución el 5 de febrero de 1917, misma que introdujo algunas conceptos sociales muy avanzados para su época, como las relaciones obrero-patronales, que quedaron plasmados en el artículo 123 y las reformas educativas y agraria que quedaron plasmados en los artículos 3 y 27, respectivamente.

Presidencia

La fase gubernativa Carrancista se divide en dos periodos preconstitucional y constitucional, siendo la constitución de 1917 el ‘’parte aguas’’ de este gobierno. El primer periodo se caracterizó porque permanecían en armas los villistas y los zapatistas. Otro de los mayores problemas del año 1916 fue diplomático y militar, ya que como represalia por la incursión de Francisco Villa al pueblo de Columbus, en Nuevo México, el gobierno norteamericano envío tropas para combatir al revolucionario, las cuales permanecieron en México, poco menos de un año. Para llevar a cabo la transición del proceso revolucionario a la creación  de estados posterior a la revolución, los grupos vencedores debían definir su proyecto de país, lo que hicieron precisamente, mediante la constitución de 1917. La nueva ley suprema debía ser elaborada por diputados de todo el país, la participación de ellos se establecería por la cantidad de habitantes de cada estado y no podían ser elegidos quienes  hubieron sido enemigos del constitucionalismo, entre otros: huertistas, convencionistas, además de otros grupos antagonistas como maderistas. Todas estas diferencias provocaron grandes problemas y polémicas durante las secciones. Así mismo, la lucha armada había sido lucha por gente rural y los diputados que eligieron a México futuro fueron elegidos por gente urbana, lo cierto es que los regiones que habían sido más activas en la lucha armada tuvieron menos representantes en el congreso constituyente. La nueva constitución plasmó diferencias con respecto a la constitución de 1857 ya que la primera fue apegada al liberalismo y la segunda fue muy realista de acuerdo a las condiciones internacionales de su tiempo.
El 9 de abril de 1917, convocó a elecciones para diputados y senadores a la XXVII legislatura del congreso de la unión y para presidente de la república. Postulado por el partido liberal constitucionalista, gano las elecciones y el 1 de diciembre de 1917, tomo posesión como presidente constitucional. Durante su gobierno Carranza se dio la tarea de pacificar el país, reorganizar la administración y los poderes, y hacer valer la constitución que había sido promulgado.

Revolución de Agua Prieta

En 1920 busco imponer como presidente de la república civil, el Ing. Ignacio Bonilla pues ya para entonces era contrario a las ideologías política mostrada por Álvaro Oregón y se encontraba desilusionado por la actividad de Pablo Gonzáles de Garza. Dicha actitud, causó una revuelta encabezada por Álvaro Oregón, quien desconoció a Bonilla y se sublevó en su contra al amparo del plan de Agua Prieta, de Plutarco Elías Calles y Adolfo de la Huerta, por un lado, y González por el otro.
Cuando ambos bandos obtuvieron el apoyo de la motor parte del ejército, Carranza decidió trasladar la sede del gobierno nacional al puerto de Veracruz, donde ya había permanecido durante la guerra con Villa, estaba saliendo con todo su gabinete y sus familias, su mobiliario, pertrechos de guerra, y el tesoro de la nación, consiste en todas las monedas, billetes, barros de oro y de plata que había en la tesorería

El 20 de mayo de 1920 deja la estación de Aljibes, puebla, internándose con muchos de sus seguidores además de los cadetes de Colegio Militar hacia la sierra norte del Estado de Puebla.

Murió asesinado en Tlaxealatongo, puebla, por las tropas del general Rodolfo Herrero, en el curso de la rebelión obregonista, la madrugada del 21 de mayo de 1920 mientras dormía en un Jacal. Fue enterrado en el panteón civil de dolores en la ciudad de México, hasta 1942 en que sus restos fueron depositados en el monumento a la revolución, donde permanecen hasta la fecha.

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